martes, 17 de noviembre de 2009

Casos Palau y Pretoria(Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramanet), ciudadanía adormecida,

Los escándalos del Palau de la Música y Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramanet, nos deberían obligar, a todos, a tomar conciencia de lo que está ocurriendo en nuestra comunidad, Cataluña, y por ende, en nuestro país, España. Y conocer, con claridad, quiénes son los involucrados, qué y cómo lo han hecho o, con mucha probabilidad, lo siguen haciendo. Para, esencialmente, poner fin a tan deprimente como odiosa realidad de nuestra sociedad y exigir responsabilidades a todos y cada uno de sus actores. Sin olvidar ni despreciar a ninguno, tanto los que lo hicieron como los que lo permitieron, antes y también ahora. Porque está claro, al menos lo está para mí, la compleja maraña, urdida por unos pocos (- Según Lluis Millet 400, ahora- supongo- serán unos cuantos más) de modo tan eficaz y efectivo para sus intereses,(los suyos propios y de nadie más), durante estos últimos treinta años, alrededor de Cataluña y lo catalán. Su Cataluña, porque se la están apropiando, de manera artera y sistemática, ante una mayoría(1) acaso no tonta pero si muy confundida, manipulada, y, especialmente, muy falta de información.


Seguiré.
____
(1)Mayoría -  entiendo- sin cabeza, amorfa, conformista y manipulada , vilmente manipulada por los llamados agentes de comunicación. Masa a la que se ha procurado, al máximo, disgregar , desposeer de su identidad y lengua común española, eje de su fuerza, y degradar a ciudadanos de segunda . Acción llevada a cabo, en complicidad, por los elementos aupados en el control de la región, tanto políticos , económicos como también religiosos.

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Este blog es el medio de expresar mis particulares reflexiones e ideas sobre la realidad que me rodea, así como las sugeridas por la lectura de libros y artículos de prensa. No es crítica literaria, no tengo conocimientos para ello. Expongo , tras muchos esfuerzos, lo que mi corazón me dicta. No es mi intención la de ofender ni herir a nadie. Tampoco, pues, me gustaría ser objeto de heridas u ofensas por discrepar con mis particulares opiniones y gustos.