lunes, 18 de enero de 2010

Olvidados(Caso Carrascosa,el secuestro de los tres cooperantes, y el saqueo del Palau)


 
Dice el dicho que el tiempo lo borra todo. En este principio se deben apoyar los que dejan pasar el tiempo para que la cuestión quede, si no olvidada del todo, si lo suficientemente arrinconada porque otros asuntos la han sustituído y alejado del interés inmediato de la opinión pública. Estoy recordando tres casos que fueron noticia de primer rango en el 2009. "Caso Carrascosa, el secuestro de los tres cooperantes  y el saqueo del Palau"

Caso Carrascosa : Con cierto asombro oí la rapidez del gobierno español en pedir a Portugal a dos etarras cogidos en aquel país. Así las cosas, me pregunto si las leyes o principios jurídicos que permiten a España pedir  nos devuelvan a unos asesinos, no podrían servir de argumento con los EEUU para solicitar el traslado inmediato de esta madre, María José Carrascosa, a su país natal. Más si-como he leído- hay una sentencia  anterior de un tribunal español otorgando a la madre la guarda y custodia de la niña.

También me asombra el silencio en cuanto al destino de los tres cooperantes. Aquí tambié me cuestiono si la actuación de nuestras autoridades habría sido la misma si la mujer del alcalde Hereu hubiese sido una de las tres personas secuestradas.¿Sí?

Por último hay otro asunto- escandaloso- que con el nuevo año ha desaparecido de los medios de comunicación. Me refiero al affaire Palau de la Música Catalana. Resulta inadmisible la pasividad de la ciudadanía catalana ante la corrupción descarada y ominosa de sus dirigentes. Millones de euros, es decir, miles de millones de las antiguas pesetas extraviados en bolsillos ajenos y...¡no pasa nada!¡ Señor, Señor!

Entradas populares

Vistas de página en total

Seguidores

Datos personales

Mi foto
Este blog es el medio de expresar mis particulares reflexiones e ideas sobre la realidad que me rodea, así como las sugeridas por la lectura de libros y artículos de prensa. No es crítica literaria, no tengo conocimientos para ello. Expongo , tras muchos esfuerzos, lo que mi corazón me dicta. No es mi intención la de ofender ni herir a nadie. Tampoco, pues, me gustaría ser objeto de heridas u ofensas por discrepar con mis particulares opiniones y gustos.