Llevo días oyendo, especialmente en los telediarios, sobre los abusos a menores realizados en Irlanda por sacerdotes. La noticia parece ser fuente de inagotable caudal. En contraste, sin duda alguna, con los silencios ante las reiteradas violaciones de los mas elementales derechos humanos, injusticias y hasta crímenes, en países como, por ejemplo, Rusia, Cuba , China,Marruecos, etc., cometidos por sus dirigentes, sin que los medios de comunicación de aquí se impongan el deber de airearlos y recordarlos, día sí y día también, a la opinión pública española.
Con esta postura, pienso, se persiguen dos objetivos:
- En primer lugar, silenciar la gravedad de los delitos que cometen los gobernantes de los regímenes de izquierda, las autarquías islámicas, etc., cuyas represalias, indudablemente, temen. Y, de paso, obviar o dejar en un muy secundario lugar, para congraciarse con los que nos gobiernan, las injusticias, los abusos, y demás cuestiones propias y consecuentemente de mayor interés nacional, como, y es sólo un ejemplo, el hecho de que los padres no puedan elegir el centro , el tipo de educación y/o lengua de enseñanza de sus hijos.
Con esta postura, pienso, se persiguen dos objetivos:
- En primer lugar, silenciar la gravedad de los delitos que cometen los gobernantes de los regímenes de izquierda, las autarquías islámicas, etc., cuyas represalias, indudablemente, temen. Y, de paso, obviar o dejar en un muy secundario lugar, para congraciarse con los que nos gobiernan, las injusticias, los abusos, y demás cuestiones propias y consecuentemente de mayor interés nacional, como, y es sólo un ejemplo, el hecho de que los padres no puedan elegir el centro , el tipo de educación y/o lengua de enseñanza de sus hijos.
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