miércoles, 5 de noviembre de 2008

Obama presidente de los EEUU(¿A mí qué?)

¡Qué intoxicación!, ¡qué hartazgo! Estas frases resumen mis sentimientos ante todo el despliegue informativo que, en esta España de mis desamores, ha desatado la elección de un nuevo gobierno para los EEUU. ¿ A mí qué? ¿Acaso ello me solventará los problemas que vivo en mi realidad cotidiana, algunos, desde hace ya unos cuantos años? No, rotundamente no. Detallaré unos cuantos ejemplos:
- En Cataluña, región autonómica de España, continuará la progresiva discriminación de los ciudadanos por razón del uso de su lengua materna castellana.
- Los niños españoles  seguirán siendo  escolarizados en los centros asignados arbitrariamente por la aplicación de una desastrosa e injusta ley mal llamada de Educación. Las escuelas, principalmente las de plazas públicas, seguirán siendo lugares de encuentro de la diversidad y multiculturas presentes en España. Es decir, guarderías de muchachos de 6 a 16 años. De donde, muchos de ellos, saldrán más bien deformados que formados. Y, en Cataluña, la lengua vehicular de la enseñanza pública y concertada será exclusivamente el catalán.
- Los precios, principalmente los de los productos básicos alimenticios, continuarán subiendo, a pesar de que el precio de los crudos haya sufrido un importante descenso y estemos, además, en época de crisis.
- Oiré o leeré algún nuevo desafuero cometido por los políticos, bien nacionales, autonómicos o locales.( Que si uno compró  elementos para la limusina oficial;que si hubo acuerdo unánime para subirse los sueldos; que si reformas de los despachos y dependencias por importe de millones de euros, etc. etc. )
- Las multinacionales, las que aun quedan, aprovechando la coyuntura, despedirán gentes o presentarán ERE(expediente de regulación de empleo), que, con toda probabilidad, será admitido por la autoridad competente.
- Los llamados tribunales de justicia continuarán repletos de causas pendientes de resolver , fallar y ejecutar las sentencias y  aplicando sus dos varas de medir: fuerte e implacable con el débil, pero sumisa y comprensiva para con el poderoso magnate.
- La Banca española(cajas y bancos), a pesar de las ayudas recibidas y que recibirá, seguirá sin abrir el cerrojo echado al crédito a particulares y a la mediana y pequeña empresa. Cerrojazo que ha contribuído mucho a la agudización de la crisis, aquí, en España. Porque creo recordar que desde marzo /abril del 2007, los bancos y cajas españoles, frenaron drásticamente la concesión de préstamos,créditos e hipotecas a los colectivos ya citados. Parecía que obedecieran a orden superior. ¿De quién? ¿Ah...? Porque la opinión pública española  no fue informada hasta septiembre/octubre de este 2008, de los escándalos financieros de los bancos americanos llamados de inversiones, lo de las aseguradoras, las medidas extraordinarias de rescates a entidades financieras, y, en fin, todo ese   tinglado que constantemente estamos oyendo y que en la práctica cotidiana se convierte en  jerga propia y exclusiva  de economistas, analistas de empresas, bolsa, etc. etc. y en bla, bla, bla para el común de los mortales. Mientras que Papá Estado Español aprovechará de modo amoroso y solícito para socorrer a los bancos españoles y quedaremos sin conocer qué pasó realmente, ni las entidades afectadas.
- Nuestros ínclitos medios de comunicación, continuarán, como siempre, y salvo contadas excepciones , en la línea habitual de desinformación, silencio cómplice, manipulación y tergiversación a ex puertas.

Por tanto, allá EEUU y su nuevo próximo gobernante, pues yo tengo un buen saco de temas y cuestiones vitales por qué preocuparme y ocuparme. Con la pena, más grande aún, de no conocer institución alguna de aquí  a la cual dirigirme para tener efectivo  amparo y auxilio.

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Este blog es el medio de expresar mis particulares reflexiones e ideas sobre la realidad que me rodea, así como las sugeridas por la lectura de libros y artículos de prensa. No es crítica literaria, no tengo conocimientos para ello. Expongo , tras muchos esfuerzos, lo que mi corazón me dicta. No es mi intención la de ofender ni herir a nadie. Tampoco, pues, me gustaría ser objeto de heridas u ofensas por discrepar con mis particulares opiniones y gustos.