En la mayoría de los relatos de esta selección, figura el personaje del abuelo en un primer plano o protagonista; mientras que los papás, padre y madre, si salen, lo hacen mayoritariamente, en un muy segundo término.
En una de las narraciones, cuyo título concreto no recuerdo bien - ‘niños buenos’ o algo así, la trama nos sitúa por la zona de Castilla – concretamente en León en la década de los treinta en España. Nos cuenta aquí de una niña que se educa en un colegio de monjas. La pequeña hace algo que a juicio del centro es merecedora de ser expulsada y la echan. Los padres, escandalizados por el comportamiento de su hija, para corregir y además enseñarla a estimar lo que tiene, la mandan con el abuelo a un pueblecito perdido, donde hay una escuela a cargo de un maestro, en tan precarias condiciones que mientras da las clases a los niños del pueblo cuida de un hijo comenzando a andar....
La lectura de este cuento de la escritora catalana me sirvió entonces, en el 2008, para reflexionar acerca de los enormes contrastes entre la España descrita por Matutes en aquellas narraciones y la de ahora, con escenarios y acciones de sus protagonistas diametralmente distintos. En suma, que no me agrada el ayer descrito de Matute, pero, menos aún el presente que puedo observar hoy.